Hay quienes afirman que cuando alguien muere, los cuervos son los encargados de llevar el alma a la tierra de los muertos. Nada más alejado de la realidad.
En el mundo existen 40 especies de cuervos, y aunque la gran mayoría son negros, también hay algunos que poseen tonos grises o blancos en sus plumas o picos.
Por su tamaño, forma de la cola, patrón de vuelo y comportamiento, los cuervos pueden dividirse en Cuervos Cornejas (crows en inglés) o Cuervos Grajos (Ravens en inglés). Los primeros son del tamaño de las palomas, mientras que los segundos son más grandes, como un halcón, y poseen colas rojizas.
Los cuervos no son aves de mal agüero, ni presagian la muerte. Tampoco le sacan los ojos a sus crías, como refiere aquel famoso refrán.
Quizás su único pecado, es que son muy escandalosos, y cuando están criando, pueden ser un poco traviesos, llegando inclusive a robar cabello humano para construir sus nidos.
Se alimenta de una gran variedad de insectos, roedores, lagartijas, ranas y crías de otras aves. También comen carroña.
Su plumaje negro intenso ayuda mucho en las películas de terror, sin embargo, son amimales muy alegres, les encanta divertirse, y forman pandillas.
Pueden llegar hasta los 15 años y son considerados entre las aves más inteligentes del planeta. De hecho, cuando uno de ellos muere, otros cuervos le rodean y permanecen cerca por algún timepo, como cualquier funeral.
Y tu, ¿qué piensas cuándo ves un cuervo?
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